El Lobo o Tigre de Tasmania, fue un cánido/marsupial que vivió en Australia y en Nueva Guinea. La destrucción de su hábitat y el que fueran
culpados de numerosos ataques a animales de granja, dio lugar a una caza intensiva que acabó con
la desaparición de este animal. Por cada
ejemplar pagaban 1 $ y 10 peniques por cría.
El último ejemplar murió en cautiverio en el zoológico de Hobart
(Tasmania) en el 1936, debido a una negligencia. El animal quedó aislado en el
exterior del refugio expuesto a bajas temperaturas de noche y muy altas de día.
Era de aspecto como un perro grande, con cabeza parecida a la del zorro y cola típica
de los marsupiales. Su peso máximo era
de 30 Kg y podría llegar a medir 180 cm de largo y 60 de alto. Las hembras más
pequeñas que los machos, poseían un marsupio con cuatro mamas.
Con pelaje corto, suave, con tonos pardos, amarillos, grises
y rayas negras en el lomo hasta la cola, entre 13 y 21, le valieron el apodo de tigre. De
temperamento nervioso evitaba el contacto con las personas.
Cazaba en grupo y se alimentaban de animales pequeños a
pesar de que su mandíbula, potente y con 46 dientes, se abría en un gran ángulo. Podía dar saltos
verticales.
Después de la muerte de Benjamín, que así se llamaba el último tigre de Tasmania, y ya declarado oficialmente extinto, hay quien dice haberlo visto, por lo que todavía se siguen realizando expediciones en su búsqueda.
Después de la muerte de Benjamín, que así se llamaba el último tigre de Tasmania, y ya declarado oficialmente extinto, hay quien dice haberlo visto, por lo que todavía se siguen realizando expediciones en su búsqueda.
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